domingo, 7 de septiembre de 2014

8º SEMINÁRIO INTERNACIONAL DE ALMEIDA – 28 a 30 de AGOSTO de 2014. FORTALEZAS E FRONTEIRAS.
Comunicación: Conflictos en la frontera y fortificaciones abaluartadas del triángulo Badajoz-Elvas-Campo Maior.
Autor: Moisés CAYETANO ROSADO


Resumen:
Cuando Portugal se alza contra la dominación filipina en 1640, ante el ataque de los ejércitos artillados de Felipe IV de España, ha de organizar urgentemente la defensa de la frontera, construyendo fortificaciones abaluartadas que protejan sus principales núcleos poblacionales y rutas de penetración territorial.
Los conjuntos defensivos se desarrollan de manera espectacular en el espacio alentejano-extremeño, principal línea de fricción en la comunicación Madrid-Lisboa, destacando el triángulo Badajoz-Elvas- Campo Maior.
En Badajoz comenzó a establecerse el refuerzo abaluartado construyendo el Fuerte de San Cristóbal, terminado en 1645. De los ingenieros militares que participaron en el diseño y construcción de sus fortificaciones destaca el nombre de Francisco Domingo.
Elvas pasó a ser la plaza mejor fortificada de la Raya extremeño-alentejana (bajo responsabilidad fundamental de Joannes Pascácio  Cosmander). Campo Maior contará con los diseños de Cosmander y, en especial, de Nicolau de Langres.
Al morir sin heredero el rey Carlos II de España en 1700, nos veremos envueltos en una encarnizada confrontación internacional. Otra vez el triángulo Badajoz-Elvas-Campo Maior desempeñará papel crucial, siendo sus defensas reforzadas, aunque mostraban deficiencias apuntadas por diversos tratadistas y cronistas de la época.
Durante la invasión francesa de comienzos del siglo XIX, Badajoz sufrirá cuatro asedios, que castigan duramente a su población y defensas.  Al otro lado de la frontera (tras diversos avatares bélicos durante la “Guerra Fantástica” de 1762 y la “Guerra de las Naranjas” de 1801), Campo Maior es sitiada en marzo de 1812, sufriendo grandes daños. Elvas había sido concienzudamente reforzada en sus fortificaciones y desempeñará un importante papel como “hospital de retaguardia”.
Pasadas las Guerras Napoleónicas, al tiempo que se va restableciendo la concordia peninsular, se asiste a una expansión urbana extramuros, constituyendo las fortificaciones para la mentalidad de la época un “corsé que aprisiona y asfixia”. Elvas, a pesar de ello, ha mantenido su patrimonio abaluartado en un encomiable estado de conservación, constituyendo uno de los mejores legados abaluartados del mundo.
En cambio, ha sido destruido gran parte del de Badajoz, siendo especialmente penosa la desaparición del Fuerte de Pardaleras, el Baluarte de San Juan, varios lienzos de muralla, revellines, cuarteles…, así como ocupados sus glacis. En la actualidad se emprende una acción rehabilitadora, a veces controvertida.

Campo Maior ha perdido su Fuerte de São João Batista, grandes tramos de muralla, revellines, equipamientos, glacis, etc., manteniendo lo que resta en estado precario, necesitado de urgente actuación de consolidación y rehabilitación.

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