viernes, 3 de junio de 2016

DA BOA AUSTERIDADE
Moisés Cayetano Rosado











Mi buen amigo, compañero en las “luchas autárquicas” siendo él vereador de la Câmara Muncipal de Seixal y yo concejal del Ayuntamiento de Badajoz, me ha vuelto a emocionar con la calidad y calidez de su prosa sencilla, limpia, serena y cautivante. Ya lo hizo con su anterior entrega: “Andatoque” (ver http://moisescayetanorosado.blogspot.com.es/2015/05/la-historiade-la-gente-sencilla-hace-ya.html y https://aviagemdosargonautas.net/2015/05/06/livro-livros-andatoque-la-historia-de-la-gente-sencilla-por-moises-cayetano-rosado/). Y ahora vuelve con su narración “Da Boa Austeridade”.
El libro, de 86 páginas, está certeramente prologado por Edison Dias, con ajustadas y magníficas palabras de Francisco Leonel Rodrigues Lobo en la contracapa. Va ilustrado en blanco y negro con fotografías de los protagonistas y precedido de “Nota do Autor” con dedicatoria a sus familiares, amigos y compañeros, por los que muestra un cariño generoso.
El hilo conductor de la narración es una “historia coral”, de la gente de su entorno, de su “Beo do Alpendre” en Seixal, llevado a través de Luís Felipe, un vecino carismático al tiempo que sencillo, amante de la música, músico él mismo, trabajador de una empresa multimunicipal de recogida y selección de residuos domésticos. Casualmente en el desenvolvimiento de su trabajo va a conocer y convivir con otros personajes sensibles y llenos de experiencia, que le enriquecerán a él, a su mujer Maria Luisa y a su pequeña Maria, que es la esperanza de futuro con que se cierra el libro.
Desfilan por sus páginas lo que Adelino da Silva Tavares denomina en frase final “gente boa esta!”, como el vecino  Nhéu o el Tío Cândido Tavares, ambos magníficos hombres y destacados deportistas, reconocidos y homenajeados por la Câmara Municipal de Seixal, que les impuso su “Medalla al Mérito Deportivo” y les dedicó sendas calles. El Mestre Jesuíno, “sabio” del Beco do Alpendre. El anciano arquitecto Paulo do Barros, primero anónimo donante de interesantes libros y después mecenas para los estudios de baile de Maria. El ingeniero y compañero de trabajo de Luís Felipe, Pedro Póvoa, con una tremenda historia de horrores vivida en su Angola natal martirizada en las Guerras Coloniales, y con su vida rehecha en Seixal…

, me he vuelto a emocionar con la prosa de Adelino da Silva Tavares, tan buen escritor, tan buen contador de vivencias, tan concienciado con la gente sencilla, honesta, “gente boa!”, que hace la historia del día a día de nuestras tierras, de nuestra convivencia. Gente buena como lo es el propio Adelino, que dejó su impronta en su labor autárquica en Seixal y deja ahora su testimonio escrito, de tan buena prosa, de tanta sensibilidad humana, nostálgica, cálida y de calidad.

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